El pasado 2 de agosto, se registró un desprendimiento de una enorme roca en la Cuesta Los Mantos, un tramo de la ruta que une Combarbalá con Punitaqui. El incidente ha generado una seria preocupación entre los conductores y vecinos de la zona, ya que ha pasado más de tres semanas y las autoridades competentes, como Vialidad y el Ministerio de Obras Públicas (MOP), no han llevado a cabo los trabajos necesarios para retirar la roca y reparar el pavimento afectado.
Desde el día del incidente, la única medida tomada ha sido la colocación de conos de advertencia para alertar a los conductores del peligro. Sin embargo, la falta de avances significativos en las labores de remoción y reparación ha aumentado el nivel de preocupación entre los habitantes y usuarios de esta vía.
La Cuesta Los Mantos es conocida por sus curvas y pendientes, características que, sumadas a la baja visibilidad de la zona, incrementan considerablemente el riesgo de accidentes. La presencia de la roca en medio del camino no solo representa un peligro inminente para los vehículos, sino que también podría provocar accidentes de mayor gravedad.
Conductores que frecuentan esta ruta han expresado su inquietud y han pedido mayor rapidez en la remoción de la roca y la reparación del pavimento. "Es increíble que después de tres semanas, todavía no hayan hecho nada más que poner unos conos. Esto es un peligro para todos los que usamos esta ruta", comentó un vecino afectado.
El Ministerio de Obras Públicas (MOP) y Vialidad han sido cuestionados por la falta de acción inmediata. La situación se agrava debido a que este tramo de la ruta es una vía crucial para la comunicación y el transporte entre Combarbalá y Punitaqui, dos localidades que dependen de esta carretera para su actividad diaria.
De acuerdo con los testimonios de los vecinos, la falta de mantenimiento y las condiciones precarias de la carretera han sido un problema recurrente. "No es la primera vez que algo así pasa. Siempre hay problemas en este tramo y parece que las autoridades no se preocupan lo suficiente", afirmó otro residente.
La comunidad local ha utilizado diversas plataformas, incluyendo redes sociales, para hacer un llamado a las autoridades y exigir una solución inmediata. "Hemos enviado cartas, hemos hecho llamados y hasta ahora no hemos recibido una respuesta concreta. Es una verdadera vergüenza", manifestó un líder comunitario.
La actual inacción no solo afecta la seguridad vial, sino que también tiene repercusiones en la economía local. Empresas de transporte y turismo han reportado pérdidas económicas debido a la situación. "Nuestros camiones tienen que tomar rutas alternativas que son más largas y costosas. Esto está afectando nuestro negocio", explicó un empresario del sector transporte.
La preocupación también se extiende a los servicios de emergencia. "Si ocurre un accidente o alguien necesita ayuda urgente, el tiempo de respuesta se ve afectado por esta situación. Es crucial que se tomen medidas lo antes posible", comentó un representante de los servicios de emergencia locales.
En este contexto, los habitantes de la región han comenzado a organizarse para llevar a cabo una serie de protestas y manifestaciones con el fin de presionar a las autoridades para que actúen. Diversos grupos comunitarios están preparando acciones para visibilizar el problema y exigir una respuesta inmediata.
La Cuesta Los Mantos es una zona que históricamente ha presentado desafíos geográficos y climáticos que complican su mantenimiento. No obstante, los vecinos argumentan que la falta de inversión y planificación por parte de las autoridades ha contribuido a la situación actual. "Hay que invertir en infraestructura y en mantenimiento constante. No podemos seguir así", expresó un vecino afectado.
En respuesta a las críticas, representantes del Ministerio de Obras Públicas (MOP) han declarado que están trabajando en un plan para solucionar el problema, aunque no han ofrecido un plazo concreto para la remoción de la roca y la reparación del pavimento. "Entendemos la preocupación de la comunidad y estamos tomando medidas para resolver esta situación lo antes posible", señaló un portavoz del ministerio.
Entre tanto, la comunidad local sigue viviendo con la incertidumbre y el riesgo que supone la presencia de la roca en la carretera. Los vecinos han decidido no quedarse de brazos cruzados y continúan haciendo llamados a la acción a través de medios de comunicación y redes sociales, con la esperanza de que su situación sea atendida de manera urgente.
Finalmente, es importante destacar que este no es un problema aislado. La situación en la Cuesta Los Mantos refleja una problemática más amplia relacionada con la infraestructura vial en muchas regiones del país, donde la falta de mantenimiento y la demora en la respuesta a situaciones de emergencia son una constante. Esta situación pone en evidencia la necesidad urgente de una mayor planificación y recursos para garantizar la seguridad y funcionalidad de las rutas que conectan las comunidades.
La comunidad de Combarbalá y Punitaqui espera que las autoridades tomen medidas inmediatas para resolver este problema, mientras continúan alzando sus voces en busca de una solución.