Una demanda civil masiva hay por fraude en contra del el expresidente de los EE.UU. Donald Trump. Un juez de New York ordenó hoy jueves el nombramiento de un monitor con amplia autoridad para supervisar todas las operaciones comerciales relacionadas con Trump.

El juez interino de la Corte Suprema de Manhattan, Arthur Engoron, emitió el fallo después de escuchar los argumentos de la Oficina del Fiscal General de Nueva York, que presentó la demanda y solicitó el nombramiento, y un abogado de Trump, quien dijo que el Fiscal General carecía de la autoridad y la capacidad legal para buscar una medida cautelar designando al monitor y prosiguiendo la demanda.

Los acusados ​​están equivocados”, escribió Engoron, a quien el equipo legal de Trump ha intentado sin éxito sacar de la vista del caso.

El fallo de Engoron prohíbe preliminarmente que las empresas de Trump vendan, transfieran o dispongan de activos que no sean en efectivo sin antes proporcionar un aviso por escrito de 14 días a la oficina del Fiscal General y al tribunal. También ordena el nombramiento de un monitor para velar por el cumplimiento de la orden.

Las empresas de Trump deben dar acceso al monitor a los estados financieros, estados financieros y “descripciones completas y precisas de la estructura y las tenencias y activos líquidos e ilíquidos de la Organización Trump” y sus subsidiarias y afiliadas, ordenó el juez del tribunal de primera instancia estatal.

Las empresas deben notificar al monitor con al menos 30 días de anticipación sobre cualquier reorganización o reestructuración planificada de la Organización Trump. Engoron fijó el 10 de noviembre como fecha límite para la presentación de hasta tres candidatos monitores, cada uno de los cuales son funcionarios estatales y abogados de Trump.

Este tribunal determina que la designación de un monitor independiente es el mecanismo más prudente y estrictamente diseñado para garantizar que no haya más fraude o ilegalidad… en espera de la disposición final de esta acción“, escribió Engoron.

Su fallo agregó: “Los acusados ​​no han presentado ni un ápice de evidencia o una declaración jurada de alguien con conocimiento personal que refute” la “demostración integral de fraude persistente” del fiscal general.

La decisión seguramente será apelada por Trump. A menos que una apelación tenga éxito, el fallo marca una gran derrota para Trump y una victoria preliminar para el estado en la demanda de septiembre presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, una demócrata que se ha enfrentado frecuentemente con Trump.

La decisión de hoy garantizará que Donald Trump y sus empresas no puedan continuar con el extenso fraude que descubrimos”, dijo James en una declaración. “Ninguna cantidad de demandas, tácticas dilatorias o amenazas detendrá nuestra búsqueda de justicia”.

Christopher Kise, abogado de las entidades comerciales de Trump, dijo en un comunicado por correo electrónico que “esta orden sin precedentes toma efectivamente el control de los asuntos financieros de un imperio corporativo privado de gran éxito basado en nada más que una gran exageración de las diferencias de valoración estándar comunes en bienes inmuebles comerciales complejos“. operaciones de financiación patrimonial”.

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También argumentó que James ha “ampliado los límites de su autoridad para sentar un precedente muy peligroso” que afectará a otros negocios.

Trump, en un comunicado publicado en su comité de acción política Save America, calificó el fallo como “el comunismo llega a nuestras costas”.

La demanda argumenta que Trump fue parte de un esquema de 10 años “que infló enormemente” su patrimonio neto personal en miles de millones de dólares y luego usó los valores más altos “para inducir a los bancos a prestar dinero a la Organización Trump en términos más favorables de lo que lo harían”. de lo contrario han estado disponibles“.

Las supuestas acciones violaron las leyes de Nueva York y probablemente le ahorraron a Trump, su negocio y su familia más de $150 millones entre 2011 y 2021, argumenta la denuncia.

La oficina de James busca $250 millones en multas y una orden que prohíba a Trump y sus hijos ocupar puestos ejecutivos en cualquier empresa de Nueva York.

Los abogados de ambas partes expresaron sus posiciones durante casi tres horas el jueves durante una audiencia a veces acalorada ante Engoron.

Kevin Wallace, uno de los principales abogados de la oficina de James, argumentó que el nombramiento de un monitor y otros pasos eran necesarios para detener las supuestas “actividades fraudulentas en curso” de la Organización Trump.

Dijo que la reciente creación de la Organización Trump II requería un bloqueo legal que impidiera que la nueva organización u otras entidades recibieran transferencias financieras de los negocios existentes de Trump.

Cualquier transacción de este tipo podría frustrar los esfuerzos para hacer cumplir las multas de $250 millones exigidas por la demanda, dijo Wallace.

Wallace también citó informes sobre un importante movimiento de despojo de activos desde que James presentó la demanda civil.

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Gobierno apela a determinación del Tribunal Ambiental por Dominga


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El gobierno ha decidido apelar a la reciente determinación del Tribunal Ambiental relacionada con el controvertido proyecto minero Dominga. Esta decisión ha generado un amplio debate en la esfera pública, influyendo en diversas áreas como el medio ambiente, la economía y la política.

La apelación surge como respuesta a la resolución del Tribunal Ambiental que había fallado a favor del proyecto Dominga, permitiendo su avance tras años de disputas legales y administrativas. El proyecto Dominga, que contempla la extracción de hierro y cobre en la Región de Coquimbo, ha sido objeto de intensas críticas por parte de organizaciones ambientalistas y comunidades locales, quienes argumentan que podría causar un daño irreparable a los ecosistemas marinos y terrestres de la zona.

El gobierno, al presentar su apelación, argumenta que el fallo del Tribunal no consideró adecuadamente los impactos ambientales negativos que el proyecto podría tener. Además, se cuestiona la evaluación de los estudios de impacto ambiental presentados por la empresa encargada del proyecto, que según las autoridades, contienen deficiencias significativas.

Por otro lado, los defensores del proyecto Dominga sostienen que se han cumplido todos los requisitos establecidos por la normativa ambiental y que el desarrollo del proyecto traerá importantes beneficios económicos, incluyendo la creación de empleos y un impulso a la economía local. La empresa a cargo del proyecto ha manifestado su disposición a implementar medidas de mitigación para minimizar los posibles efectos adversos en el medio ambiente.

La controversia en torno al proyecto Dominga también ha tenido repercusiones políticas, polarizando aún más a los distintos sectores del país. Mientras que algunos grupos políticos apoyan la decisión del gobierno de apelar, argumentando la necesidad de proteger el medio ambiente y las comunidades locales, otros critican la medida, señalando que obstaculiza el desarrollo económico y la inversión extranjera.

En este contexto, el debate sobre Dominga se inserta en un marco más amplio de discusión sobre el modelo de desarrollo que el país desea seguir, equilibrando la protección del medio ambiente con el crecimiento económico. La apelación presentada por el gobierno será revisada por instancias judiciales superiores, que deberán considerar los argumentos de ambas partes antes de emitir un veredicto final.

La decisión de apelar también pone de manifiesto la importancia de fortalecer los procesos de evaluación ambiental en el país, asegurando que sean rigurosos y transparentes. Este caso resalta la necesidad de contar con mecanismos efectivos que garanticen que los proyectos de gran envergadura como Dominga se desarrollen de manera sostenible y responsable.

En conclusión, la apelación del gobierno a la determinación del Tribunal Ambiental en el caso del proyecto Dominga es un reflejo de las complejas interacciones entre desarrollo económico y conservación ambiental. El resultado de este proceso judicial tendrá implicaciones significativas para el futuro de la minería y la protección del medio ambiente en el país.

Romeral avanza hacia la minería subterránea: explotación sería hasta 2034


La localidad de Romeral, ubicada en la región central de Chile, se encuentra en un momento crucial de su desarrollo minero. Recientemente, se ha anunciado un ambicioso proyecto que transformará la manera en que se extraen los recursos minerales en la zona. Este proyecto apuesta por la minería subterránea, una técnica que promete extender las operaciones mineras hasta el año 2034 y que podría traer consigo importantes beneficios económicos y medioambientales para la región.

La decisión de avanzar hacia la minería subterránea en Romeral responde a varios factores. En primer lugar, la explotación a cielo abierto, aunque efectiva, ha comenzado a mostrar signos de agotamiento en términos de productividad y sostenibilidad. Los yacimientos superficiales están siendo cada vez más difíciles de explotar sin incurrir en costos ambientales y económicos significativos. La minería subterránea, por otro lado, ofrece la posibilidad de acceder a depósitos más profundos y ricos en minerales, lo que podría revitalizar la producción minera local.

Además de las ventajas económicas, la minería subterránea presenta beneficios ambientales que han sido bien recibidos por la comunidad local y las organizaciones ecologistas. Al trasladar las operaciones bajo tierra, se reduce significativamente el impacto visual y el deterioro del paisaje, un aspecto que ha sido motivo de preocupación para los residentes y turistas que visitan la región. Asimismo, este método minimiza la producción de polvo y ruido, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de las poblaciones cercanas.

El proyecto de minería subterránea en Romeral no solo se centra en la extracción de minerales. También incluye una serie de iniciativas destinadas a mejorar la infraestructura local y fomentar el desarrollo sostenible. Entre estas iniciativas se encuentran la construcción de viviendas para los trabajadores mineros y sus familias, la mejora de las carreteras y la implementación de programas de capacitación para la comunidad. El objetivo es crear un entorno que no solo sea económicamente viable, sino que también promueva el bienestar social y ambiental.

A pesar de los beneficios potenciales, la transición hacia la minería subterránea no está exenta de desafíos. La inversión inicial es considerablemente mayor que en la minería a cielo abierto, y se requiere de tecnología avanzada y personal altamente capacitado para llevar a cabo las operaciones de manera segura y eficiente. Sin embargo, las autoridades locales y las empresas mineras están comprometidas con superar estos obstáculos, convencidos de que los beneficios a largo plazo justificarán los esfuerzos y recursos invertidos.

La implementación de este proyecto también requerirá de un marco regulatorio sólido que asegure la protección del medio ambiente y los derechos de las comunidades locales. Las autoridades gubernamentales han manifestado su intención de trabajar de la mano con las empresas mineras y las organizaciones no gubernamentales para establecer estándares que garanticen una explotación responsable y sostenible de los recursos naturales.

En conclusión, el avance hacia la minería subterránea en Romeral representa una oportunidad única para transformar la industria minera de la región. Con una planificación cuidadosa y un enfoque en el desarrollo sostenible, este proyecto podría marcar el inicio de una nueva era de prosperidad para la comunidad local y el medio ambiente. La explotación minera hasta 2034 no solo promete beneficios económicos, sino que también podría establecer un precedente para futuras iniciativas mineras en otras partes del país.

Gobierno confirma que apelará decisión del Tribunal Ambiental en el marco del Proyecto Dominga


En un contexto de creciente preocupación y debate público sobre el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente, el Gobierno ha anunciado su intención de apelar la reciente decisión del Tribunal Ambiental relacionada con el controvertido Proyecto Dominga. Este proyecto, que ha estado en el centro de la discusión política y social debido a sus potenciales impactos ambientales, ha generado divisiones entre diversos sectores de la sociedad, incluyendo comunidades locales, organizaciones ecologistas, empresas y representantes del gobierno.

El Proyecto Dominga, una iniciativa minera y portuaria, ha sido objeto de un intenso escrutinio debido a su ubicación cercana a áreas ecológicamente sensibles y su posible impacto en la biodiversidad local. Los defensores del proyecto argumentan que podría generar significativos beneficios económicos, incluyendo la creación de empleos y el impulso al desarrollo regional. Sin embargo, los críticos sostienen que estos beneficios económicos potenciales no compensan los riesgos ambientales, que podrían incluir la destrucción de hábitats naturales y la contaminación de recursos hídricos.

La decisión del Tribunal Ambiental, que inicialmente dio luz verde al proyecto bajo ciertas condiciones, ha sido recibida con escepticismo por parte de varias organizaciones ambientalistas y grupos comunitarios. Estos actores han manifestado su preocupación de que las medidas de mitigación propuestas no sean suficientes para proteger el ecosistema frágil de la región. En respuesta a estas preocupaciones, el Gobierno ha decidido apelar la decisión, buscando una revisión más exhaustiva del proyecto y sus impactos potenciales.

La apelación del Gobierno refleja un intento de equilibrar las consideraciones económicas y ambientales en la toma de decisiones sobre grandes proyectos de infraestructura. Este enfoque es esencial en un contexto global donde el cambio climático y la sostenibilidad se han convertido en prioridades críticas. Al apelar la decisión del Tribunal Ambiental, las autoridades buscan asegurar que cualquier desarrollo económico no se realice a expensas del medio ambiente.

Este caso también pone de relieve la complejidad de la gobernanza ambiental en el país, donde las decisiones sobre proyectos de gran envergadura requieren de la coordinación entre diversas entidades gubernamentales, el sector privado y la sociedad civil. La apelación podría establecer un precedente importante sobre cómo se manejan las decisiones ambientales en el futuro, influyendo en la forma en que se desarrollan otros proyectos similares en el territorio nacional.

En el trasfondo de esta discusión se encuentra el desafío de promover un desarrollo sostenible que no solo considere los beneficios económicos inmediatos, sino también los impactos a largo plazo en el medio ambiente y las comunidades locales. A medida que el país busca avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible, casos como el del Proyecto Dominga ofrecen una oportunidad para reflexionar sobre las políticas y prácticas actuales, y para considerar cómo mejorar los procesos de evaluación ambiental y de toma de decisiones.

La apelación también subraya la importancia de la participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones ambientales. Las comunidades locales y las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel crucial al proporcionar información valiosa y representar los intereses de aquellos que son más directamente afectados por proyectos de gran escala. A través de consultas públicas y mecanismos de participación, es posible lograr un diálogo más inclusivo y transparente, que permita la consideración de diversas perspectivas y el fomento de soluciones más equilibradas y justas.

El proceso de apelación del Gobierno también podría abrir la puerta a un debate más amplio sobre las políticas de desarrollo y las prioridades nacionales en materia de medio ambiente. Este debate es fundamental en tiempos en que los desafíos ambientales globales, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, requieren de respuestas coordinadas y ambiciosas a nivel local y nacional. Las decisiones que se tomen en relación con el Proyecto Dominga podrían tener implicaciones significativas para el futuro de la política ambiental en el país.

En conclusión, la decisión del Gobierno de apelar la resolución del Tribunal Ambiental sobre el Proyecto Dominga es un paso importante en la búsqueda de un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección ambiental. Este caso no solo es relevante para las partes directamente involucradas, sino que también ofrece lecciones valiosas para el manejo de proyectos similares en el futuro. En última instancia, el objetivo debe ser asegurar que el desarrollo económico se realice de manera sostenible, garantizando la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales.