A pocos días de cumplirse 9 años desde el terremoto y tsunami de Coquimbo de 2015, los recuerdos de la tragedia siguen latentes entre los habitantes de la región. Un agitado despertar tuvieron los habitantes de la Región de Coquimbo, producto de dos sismos: uno registrado a 18 kilómetros al suroeste de Vicuña, de 5,7 grados de magnitud a las 06:12 de la madrugada de este viernes, y otro anterior, con epicentro en Los Vilos, de 3,7 grados.
A dichos temblores, se suman otros eventos de distinta magnitud ocurridos durante la semana pasada en la región, lo que recuerda constantemente que Chile es un país sísmico, por lo que las personas, poco a poco, han ido adquiriendo una cultura que les permite actuar de manera correcta en estas situaciones.
En este contexto, Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional (CSM), recordó que los temblores que se han sentido en la región “ocurren entre el contacto de la placa de Nazca y la placa Sudamericana”. “El terremoto de septiembre de 2015, por ejemplo, ocurrió cuando la placa de Nazca penetra bajo la placa Sudamericana por varios metros, y esa ruptura se extiende entre Los Vilos y la península de Talinay. Entonces, la parte norte ha quedado sujeta a muchas tensiones que han aumentado en esa zona, y lo mismo que de Los Vilos hacia el sur”, sostuvo.
En esa línea, Barrientos señaló que “es posible que uno siga sintiendo sismos en estas dos zonas más que en otros lugares, y se da por el contacto entre la placa de Nazca y la Sudamericana”, pero el que sucedió durante la madrugada de este viernes puntualizó, “ocurre a cerca de 100 kilómetros de profundidad, bajo la cordillera en el límite con Argentina”.
Respecto a este último tipo de sismo, Barrientos explicó que no corresponden a uno de “contacto” sino a uno ocurrido al interior mismo de la placa. “Así es que la génesis es totalmente distinta a los relacionados al sismo de septiembre de 2015”, acotó.
“De éstos” – dice- “hay muchos casos en varios sectores. Incluso en parte, el terremoto de Punitaqui del año 1997 se entiende en una forma similar, pero más cercano a esa comuna. En cambio, el otro ocurre bajo la cordillera”, explicó el director del Centro Sismológico Nacional.
Y de este tipo de temblores, agrega, “hay muchos en la historia de Chile”. Quizás el más conocido de este tipo de sismos – sobre todo por su letalidad – afirma el experto, fue el terremoto de Chillán de 1939, ocurrido a 100 kilómetros de profundidad al interior de la placa de Nazca. “Así que no son sismos nuevos o inusuales, sino que corresponde a la actividad sísmica que ocurre permanentemente entre Chile y Argentina”, añadió.
Consultado si este sismo de magnitud importante podría ser la previa de algo más intenso, explicó que “todavía conocemos tan poco de cómo opera este sistema, que hablar de precursores con anticipación es muy difícil. Lo que uno puede reconocer es que una vez que se desencadena un evento mayor, se estudia lo que sucedió antes, y se puede calificar la actividad como precursora. Pero antes que ocurra un temblor es muy aventurado ya que no hay manera (de predecir un sismo)”.
Según Barrientos, “se han dado todas las clases de combinaciones, con temblores chicos con una o dos semanas. Hay gente que ha propuesto que los sismos de profundidad intermedia pueden ser precursores de otros en la zona de contacto, pero no siempre se da, de manera que es difícil considerar que sean precursores de algún evento”, complementó.
A su vez, remarcó que “hay que esperar que ocurra todo el ciclo de sismicidad para conocer cuáles son precursores y cuales son réplicas, ya que no hay una metodología para hacerlo con anterioridad para que se pueda decir que son precursores de algo que va a venir. Eso nadie lo puede decir en este momento porque ha pasado que los temblores grandes vienen sin actividad previa y otras veces sí vienen precedidos de sismos”.
LA IMPORTANCIA DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
Por su parte, Consuela Milú, geóloga y académica del Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de La Serena (ULS), valoró el avance y desarrollo de ciertas tecnologías para intentar predecir sismos, como la herramienta de Google que notifica a los celulares momentos antes de un sismo.
“Considero que son eficientes porque son creadas para ayudar y dar información relevante a las personas. Es una modalidad donde las personas son permanentemente conectadas con la situación. Somos un país sísmico y debemos optar por el principio de precaución y ese tipo de tecnología apoya esa idea”, destacó.
Ahora, en cuanto a las posibles causas de estos últimos sismos, señaló que “se pueden generar ciertas hipótesis, como la existencia de fallas en capas muy profundas que provocan movimientos en las capas superficiales o existencia de una presión sobre corteza terrestre generada de diferentes procesos geológicos”, detalló.